viernes, 4 de abril de 2008

Cuando los sapos bailen flamenco - Ella baila sola

Me alegra tanto oír tu voz
aunque dormido,
por fin viajabas como en tus sueños,
buscando un sitio para volver.

Y sin poder olvidar lo que dejas,
lo que has aprendido,
van a cambiar las caras, los sueños, los días
y yo lentamente te pierdo.

Como un regalo que al ensuciarse tiró
quien limpiaba,
como un vaso después de beber
el trago mas dulce.

Con un adiós, con un te quiero
y con mis labios en tus dedos,
para no pronunciar las palabras
que dan tanto miedo.

Te vas y te pierdo...

Me alegra tanto escuchar tus promesas,
mientras te alejas.
Saber que piensas volver algún día
cuando los sapos bailen flamenco.

Y yo te espero, ya ves,
aunque no entiendo bien
que los sapos puedan dejar de saltar y bailar
lejos de su charco.

Porque mis ojos brillan con tu cara
y ahora que no te veo se apagan
porque prefiero que estés a mi lado
aunque no tengas nada.

Te vas y te pierdo...

Como un regalo que al ensuciarse tiró
quien limpiaba,
como un vaso después de beber
el trago mas dulce.

Con un adiós, con un te quiero
y con mis labios en tus dedos,
para no pronunciar las palabras
que dan tanto miedo.

Te vas y te pierdo...


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