domingo, 15 de julio de 2007

Tiempo para amar - Robert A. Heinlein

En el mejor de los casos, la historia es algo difícil de comprender; en el peor, es una colección sin vida de archivos cuestionables. Cobra vida a través de las palabras de los testigos presenciales..., y nosotros no tenemos más que un testigo cuya vida abarca los veintitrés siglos de crisis y la Diáspora. El siguiente ser humano más anciano cuya edad esta oficina ha podido verificar solo tiene algo más de mil años. La teoría de la probabilidad hace que sea posible que, en algún lugar, haya una persona que tenga la mitad de esa edad, pero es tanto matemática como históricamente seguro que no hay ningún otro ser humano vivo hoy en día que haya nacido en el siglo XX*.
Algunos podrían cuestionar que este "Miembro de más antigüedad" sea el miembro de las familias Howard nacido en 1912, y también el "Lazarus Long" que guió a las familias en su huída del Viejo Hogar en 2136, etc., señalando que todos los antiguos métodos de identificación (huellas dactilares, reconocimiento de la retina, etc.) se pueden ahora rebatir. Cierto, pero estos métodos eran los más adecuados en su época, y la fundación de las familias Howard tenía razones muy concretas para utilizarlos con cuidado; el "Woodrow Wilson Smith" cuyo nacimiento se registró en la fundación en 1912 es desde luego el "Lazarus Long" de 2136 y 2210. Antes de que estas pruebas dejaran de ser fiables, se complementaron con pruebas modernas e imbatibles basadas primero en transplantes clónicos y, en fechas más recientes, en una identificación absoluta de los patrones genéticos. (Es interesante observar que apareció un impostor hace unos tres siglos, aquí en Secundus, y que se le proporcionó un nuevo corazón procedente de un pseudocuerpo clonado del Miembro más antiguo. El transplante lo mató). El Miembro más antiguo cuyas palabras se citan aquí tiene un patrón genético idéntico al de ese trocito de tejido muscular que le extrajo a "Lazarus Long" el doctor Gordon Hardy en la nave espacial Nuevas Fronteras alrededor de 2145, y que luego cultivó para realizar investigaciones sobre la longevidad. QED.
¿Pero qué clase de hombre es? Debe juzgarlo usted mismo. Al condensar estas memorias y reducirlas a una extensión más manejable, he omitido muchos incidentes históricos verificables (la materia prima está disponible en los archivos para los estudiosos), pero he dejado mentiras e historias poco probables porque parto de la base de que las mentiras que cuenta un hombre dicen más verdades sobre él (cuando se analizan) que la "verdad".
Está claro que este hombre es, según los valores morales habituales en las sociedades civilizadas, un bárbaro y un pícaro.
Pero no son los hijos los que deben juzgar a sus padres. Las cualidades que lo convierten en lo que es son, precisamente, las que se necesitan para sobrevivir en una selva... o en una frontera salvaje. No olviden la deuda que tienen todos con él, tanto genética como histórica.
Para comprender la deuda histórica es necesario revisar un poco de historia antigua, parte tradición o mito, parte hechos tan comprobados como el asesinato de Julio César. La fundación de las familias Howard se estableció con el testamento de Ira Howard, que murió en 1873. Ese testamento ordenaba a los administradores de la fundación que utilizaran su dinero para "prolongar la vida humana". Esto es un hecho.
La tradición dice que redactó este testamento enfadado con su propio destino, pues se encontró con que moría de "senectud" a los cuarenta y tantos años; muerto a los cuarenta y ocho años, soltero y sin progenie. Así que ninguno de nosotros lleva sus genes; su inmortalidad reside solo en un nombre y en una idea: que la muerte se podía evitar.
En aquel tiempo, morirse a los cuarenta y ocho años no era inusual. Se lo crean o no, en aquellos tiempos la esperanza media de vida era ¡de unos treinta y cinco años! Pero no de senilidad. Las enfermedades, el hambre, los accidentes, los asesinatos, las guerras, los partos y otros tipos de violencia acababan con los seres humanos mucho antes de llegar a la vejez. Pero un ser humano que superara todos estos obstáculos todavía podía esperar la muerte de senectud entre los setenta y cinco y los cien años, más o menos. Muy pocos llegaban a los cien; sin embargo, cada grupo de población tenía su diminuta minoría de "centenarios". Hay una leyenda sobre el "viejo Tom Parr", que se supone que murió en 1635 a los ciento cincuenta y dos años. Sea cierta o no esta leyenda, que algunos individuos deben de haber vivido un siglo y medio. Pero lo cierto es que eran muy pocos.
La fundación empezó su trabajo como un experimento de cría pre-científico, pues nada se sabía entonces de genética. A los adultos con antecedentes longevos se les animaba a copular con otros como ellos; el incentivo era el dinero.
Como era de esperar, el incentivo funcionó. Y como era también de esperar, este experimento también funcionó, era el método científico que utilizaron durante siglos los ganaderos antes de que naciera la ciencia de la genética: la cría como medio de reforzar una característica, y luego la eliminación de los más débiles.
Los archivos de las familias no muestran cómo se eliminó a los primeros débiles; se limitan a mostrar que se eliminó a algunos miembros de las familias (raíz y ramas, a todos los descendientes) por el imperdonable pecado de morir de senectud a una edad demasiado temprana.
Cuando se produjo la crisis de 2136, todos los miembros de las familias Howard tenían una esperanza de vida de más de ciento cincuenta años, y algunos habían superado esa edad. La causa de esa crisis parece increíble, sin embargo todos los documentos tanto internos como externos a las familias, están de acuerdo. Las familias Howard corrían un peligro extremo provocado por el resto de los seres humanos, simplemente porque vivían "mucho tiempo". La razón de que eso fuera así hay que buscarla entre los psicólogos de masas, no en un documentalista. Pero es la verdad.
Los detuvieron y los concentraron en un campo de prisioneros, y estuvieron a punto de torturarlos hasta la muerte en un intento de arrancarles el "secreto" de la "eterna juventud". Hecho, no mito.
Y aquí entra en la historia el Miembro más antiguo. Gracias a su audacia, un talento especial para mentir de forma convincente y lo que a la mayor parte de la gente le parecería un placer infantil en la búsqueda de la aventura por la aventura y la intriga, el Miembro más antiguo logró llevar a cabo la evasión más grande de todos los tiempos. Robó una primitiva nave espacial y escapó del sistema solar con todas las familias Howard (que entonces estaban formadas por unos 100.000 hombres, mujeres y niños).
Si les parece imposible (tantas personas y una sola nave), recuerden que las primeras naves espaciales eran muchísimo más grandes que las que ahora utilizamos. Eran planetoides artificiales autosuficientes que pretendían permanecer muchos años en el espacio con velocidades inferiores a la de la luz; tenían que ser enormes.
El Miembro más antiguo no es el único héroe de ese éxodo. Pero en todos los relatos, diferentes y en ocasiones contradictorios, que nos han llegado, él siempre fue la fuerza motora. Fue nuestro Moisés, el que sacó a su pueblo de la esclavitud.
Los volvió a traer a casa tres cuartos de siglo más garde (2210), pero no para esclavizarlos. Pues esa fecha, el Año uno del calendario galáctico estándar, señala el comienzo de la Gran diáspora..., provocada por una presión demográfica extrema en el Viejo Hogar Terra y hecha posible gracias a dos nuevos factores: el para-motor Libby-Sheffield, como se conoció entonces (no era un "motor" en el verdadero sentido de la palabra, sino un medio de manipular los espacios dimensionales-n), y la primer técnica (y la más sencilla) para alagar la vida de forma efectiva: sangre nueva cultivada in vitro.
Las familias Howard provocaron todo ello solo con escapar. Los humanos efímeros que se quedaron en Terra, todavía convencidos de que las familias longevas poseían un "secreto", se pusieron a intentar averiguarlo por medio de una amplia y sistemática investigación dio resultado por pura casualidad: no ese "secreto" que en realidad no existía, sino algo que era casi igual de bueno: una terapia, y con el tiempo un haz de terapias para posponer la senectud y aumentar el vigor, la virilidad y la fertilidad.
La Gran Diáspora fue entonces tan necesaria como posible.
El gran talento del Miembro más antiguo (aparte de su habilidad para mentir de forma improvisada y convincente) parece haber sido siempre un extraño don que le permitía extrapolar las posibilidades de cualquier situación y luego retorcerlas para que se adaptaran a sus propósitos. (Él lo dice así: "tienes que tener una intuición especial para saber lo que hace saltar a la rana". Los psicometristas que lo han estudiado dicen que tiene un gran talento paranormal expresado en forma de "percepciones" y "suerte", pero lo que el Miembro más antiguo tiene que decir sobre ellos es bastante menos cortés. Como documentalista, me abstengo de dar mi opinión).
El Miembro más antiguo vio de inmediato que esta bendición en forma de juventud prolongada, aunque se prometía a todos, quedaría de hecho limitada a los poderosos y sus nepotismos. A los miles de millones de ilotas no se les podía permitir superar su esperanza de vida normal; no había sitio para ellos a menos que emigraran a las estrellas, en cuyo caso habría sitio para que cada ser humano viviera tanto tiempo como pudiera soportar. Cómo explotó esto el Miembro más antiguo no siempre queda claro; al parecer utilizó varios nombres y muchos frentes. Sus corporaciones clave terminaron en manos de la fundación, luego se liquidaron para trasladar la fundación y a las familias Howard a Secundus, a petición suya; nuestro ancestro ya había reservado "las mejores propiedades" para sus parientes y descendientes. Un sesenta y ocho por ciento de los que entonces vivían aceptó el reto de las nuevas fronteras.
La deuda genética que tenemos con él es tanto indirecta como directa. La deuda indirecta reside en el hecho de que la emigración es un mecanismo de clasificación, una selección darwiniana forzada mediante la cual las razas superiores se van a las estrellas mientras que las inferiores se quedan en casa y mueren. Lo cual es cierto incluso en el caso de los transportados por la fuerza (como ocurrió en los siglos XIV y XV), salvo que en este caso la clasificación tiene lugar en el nuevo planeta. En una frontera salvaje, los débiles y los inadaptados mueren; los fuertes sobreviven. Incluso aquellos que emigran de forma voluntaria deben superar esta segunda y drástica selección especial. Las familias Howard han sido sometidas a este tipo de matanzas selectivas al menos tres veces.
La "deuda" genética que tenemos con el Miembro más antiguo es incluso más fácil de demostrar. Una parte solo necesita unas sencillas reglas aritméticas. Si vive usted en cualquier lugar que no sea el Viejo Hogar Tierra, y casi con toda seguridad es así si está leyendo esto, a la vista del miserable estado en el que se encuentran en la actualidad "las bellas colinas verdes de la Tierra", y puede contar entre sus ancestros aunque solo sea con un miembro de las familias Howard (y la mayor parte de ustedes pueden), entonces con casi toda probabilidad usted desciende del Miembro más antiguo.
Según las genealogías oficiales de las familias, esta probabilidad es de un ochenta y siete coma tres por ciento. Usted desciende también de muchos otros miembros del siglo XX de las familias Howard si desciende de cualquiera de ellos, pero aquí solo hablo de Woodrow Wilson Smith, el Miembro más antiguo. En el momento en que se produjo la crisis de 2136 casi una décima parte de la generación más joven de las familias Howard descendía del Miembro más antiguo "de forma legítima", y con eso me refiero a que cada nacimiento vinculado se recogía en los archivos de la famlia y la ascendencia se confirmaba por medio de las pruebas de las que disponían en ese momento. (Ni siquiera se conocía la clasificación de los tipos de sangre cuando comenzó el experimento de cría, pero el proceso de selección letal hizo que lo más conveniente para la mujer fuera que no se descarriara, al menos fuera de las familias).
A estas alturas, la probabilidad cumulativa es, como he dicho, del ochenta y siete coma tres por ciento si tiene algún ancestro Howard, pero si tiene un ancestro Howard de una generación más reciente, sus probabilidades aumentan hasta un cien por cien real.
Pero, como estadístico, tengo razones para creer (respaldado por análisis informáticos de tipos de sangre, tipos de cabello, color de ojos, recuento de dientes, tipos de encimas y otras características que responden al análisis genético), muchas razones para creer que el Miembro más antiguo tiene muchos descendientes no documentados en las genealogías, tanto dentro como fuera de las familias Howard.
Por decirlo con suavidad, es un viejo sinvergüenza cuya semilla está esparcida por toda esta parte de nuestra galaxia.
Tomemos los años del Éxodo, después de que robara el Nuevas Fronteras. No se casó ni una vez durante todos esos años, y los archivos de la nave y las leyendas basadas en memorias de aquella época sugieren que era, según un antiguo modismo, "uno de esos que odian a las mujeres", un misógino.
Quizá. Los archivos bioestadísticos (más que las genealogías), cuando se analizan, sugieren que no era del todo inasequible. El ordenador que lo analizó incluso me apostó dinero a que había más de cien retoños engendrados por él durante esos años (rechacé la apuesta; ese ordenador me gana al ajedrez, aunque yo disponga de una torre de ventaja).
No lo encuentro sorprendente en vista del énfasis casi patológico que se ponía en la longevidad entre las familias de esa época. El varón más viejo, si seguía siendo viril (y él desde luego lo era), se habría visto sometido a tentaciones sin fin, oportunidades interminables por parte de mujeres ansiosas por tener retoños con su misma y demostrada superioridad; "superioridad" según el único criterio que respetaban las familias Howard. Podemos suponer que el estado civil no importaría mucho; todos los matrimonios de las familias Howard eran matrimonioes de conveniencia (el testamento de Ira Howard se aseguraba de eso), y pocas veces duraban toda la vida. El único aspecto sorprendente es que fueran tan pocas las mujeres fértiles que consiguieron hacerlo caer, cuando no cabe duda de que había muchas miles dispuestas a intentarlo. Pero él siempre se levantó de un salto.
Sea como sea; si hoy en día ve a un hombre con el cabello rojizo, la nariz grende, la sonrisa fácil y encantadora y una expresión ligeramente salvaje en los ojos gris verdosos, siempre me pregunto si el Miembro más antiguo ha pasado hace poco por esa parte de la galaxia. Si ese extraño se me acerca, me llevo la mano a la cartera. Si me habla, me hago el propósito de no hacer apuestas ni promesas.
¿Pero cómo es que el Miembro más antiguo, que solo era un miembro de tercera generación del experimento de cría de Ira Howard, consiguió sobrevivir y permanecer joven durante sus primeros trescientos años de vida sin un proceso de rejuvenecimiento artificial?
Una mutación, claro está, lo que sencillamente viene a decir que no lo sabemos. Pero a lo largo de los varios procesos de rejuvenecimiento a los que se ha sometido, hemos aprendido un poco sobre su estructura física. Tiene un corazón de un tamaño excepcional que late muy lento. Solo tiene veintiocho dientes y ninguan caries, y parece ser inmune a las infecciones. Jamás se ha sometido a ninguna operación quirúrgica, salvo para curar heridas o para someterse a los procesos de rejuvenecimiento. Sus reflejos son muy rápidos, hasta un punto extremo, pero siempre parecen una reacción razonada, así que se puede cuestionar la corrección del término "reflejo". Sus ojos jamás han necesitado ninguna corrección, ya sea de lejos o de cerca; su alcance auditivo es anormalmente alto, anormalmente profundo y extraordinariamente fino en todo su alcance. Su percepción de colores incluye el índigo. Nació sin prepucio, sin apéndice vermiforme... y al parecer sin conciencia.
Me alegro de que sea mi ancestro.
Justin Foote el 45º
Archivista jefe, fundación Howard.


* Cuando las familias Howard se apoderaron de la nave espacial Nuevas Fronteras solo había unos cuantos que tuvieran más de 125 años, y todos ellos (salvo el Miembro más antiguo) están muertos, en momentos y lugares recogidos por los archivos (excluyo el extraño y es posible que mítico caso de la vida en muerte de la anciana Mary Sperling). A pesar de la ventaja genética y del acceso a las terapias para prolongar la vida conocidas por todo el mundo con el nombre de "la opción de la inmortalidad", el último murió en el año 3003 del calendario gregoriano. Según los archivos, parecería que la mayor parte murió tras rechazar nuevos tratamientos de rejuvenecimiento, y esa sigue siendo la segunda causa más habitual de muerte hoy en día.

jueves, 12 de julio de 2007

VIVAN LAS CURVAS

De vez en cuando, algún "asunto" me llama la atención entre todos los e-mails que me llegan a la carpeta de spam, y en este caso me llamó la atención uno con el título que lleva este post.
Cual no sería mi sorpresa al descubrir que era realmente gracioso... Así que he decidido ponerlo aquí para vuestro disfrute... U horror, que menudo aburrimiento si a todos nos gustara lo mismo XD

Ahí va:

Hace unos días se vio por las calles de Guatemala un afiche de "WORLD GYM", una de las cadenas de gimnasios más renombradas del País con la foto de una chica escultural y la siguiente frase: ¿Este Verano que quieres ser: sirena o ballena?
Dicen que una joven mujer pero madura (cuyas características físicas nunca trascendieron) le envió este mail a la empresa "WORLD GYM" respondiéndoles a su frase publicitaria...:

'Las ballenas están siempre rodeadas de amigos.
Tienen una vida sexual activa, se embarazan y tienen ballenitas de lo más tiernas.
Las ballenas amamantan. Son amigas de los delfines y se lo pasan comiendo camarones...
También se la pasan jugando en el agua y nadando por ahí, surcando los mares, conociendo lugares maravillosos, como los hielos de la Antártida y los arrecifes de coral de la Polinesia. Las ballenas cantan muy bien y hasta tienen CD grabados.
Las ballenas son enormes y casi no tienen predadores naturales.
Las ballenas tienen una vida bien resuelta, son lindas y amadas por todos...
Las sirenas no existen. Si existieran, vivirían en permanente Crisis existencial. '¿Soy un pez o soy un ser humano?'. No tienen hijos pues matan a los hombres que se encantan con su belleza. (Y yo agregaría que no tienen por donde hacer el amor. ¡Por Dios!). Son bonitas si, pero tristes y siempre solitarias. (¿Quien quiere acercarse a una mujer que huele a pescado frito y que no tiene hoyito como salvavidas?). Por favor... Prefiero ser ballena...

P.S.: En estos tiempos de mujeres anoréxicas y bulímicas, en que la prensa, las revistas, el cine y la tele nos meten a la fuerza en la cabeza que solo las flacas son bellas, este mensaje trae nuevas esperanzas a las ballenitas y, ¿Por que no?, a las sirenitas que no descansan un segundo pensando en su apariencia exterior. Yo prefiero disfrutar un helado junto a la sonrisa cómplice de mis hijos, una copa de vino con un hombre que me haga vibrar y una pasta exquisita con amigos que me quieren por lo que soy, no por como luzco.

...Esto es para todas las mujeres que realmente se aprecian lo que son y no por como luzcan, pues sólo el hecho de ser mujer la hace bonita... y a todos los hombres, para que valoren a las mujeres reales que les rodean...

domingo, 8 de julio de 2007

Fin de la historia

Porfín se terminó.
Hace unos meses me saqué dos muelas del juicio más, como ya os dije, y la verdad es que estaba encantada... Hasta que la última muela del juicio que me quedaba se me infectó, y me pegué una semana y pico con un flemón enorme, que ni podía comer ni nada.
Así que, resignada, me decidí a volver a endeudarme con la clínica dental. Cuando me dijeron que lo que tenían que hacerme incluía limarme el hueso de la mandíbula para poder sacarme la muela (que por otro lado costaba como 100 euros), osease, cirujía, y teniendo en cuenta que me habían dicho que en la Seguridad Social hacían extracciones, me decidí a acudir al dentista de la Seguridad Social a ver qué me decía él. No pareció importarle mucho que hubiera ido primero a una clínica dental, hasta que se enteró de cual era... Momento en que me contó que en esa clínica a veces hacían las cosas bien... Pero que generalmente, aparte de practicar muchos tratamientos innecesarios, también hacían muchas chapuzas (momento en que yo empecé a hacerme cruces de que las dos anteriores extracciones hubieran salido sin problemas, pues habían sido en esa misma clínica), con lo que tenían muchos problemas con las demandas y demás.
Primero me dió un antibiótico más gordo que el que me habían dado en la clínica, para que se me fuera la infección cuanto antes.
Una vez que se me fué la infección, me dijo claramente que el plazo de espera para ir a cirujía maxilofacial y que me la sacaran, era de tres meses. En ese tiempo, nada ni nadie nos garantizaba que para cuando me tocara la vez de extracción, no tuviera la muela infectada de nuevo, así que me la iba a sacar él en la próxima cita.
Ese día fué el miércoles.
Cuando me tocó el turno, me inyectó la anestesia (ni me enteré), y mientras me hacía efecto, estuve esperando en la sala de espera. Como media hora o así... Tiempo que aproveché para ir a casa a por la ortopantomografía (que me la había olvidado, y vivo cerca).
Tan difícil que decían que iba a resultar en la clínica, y a la hora de la verdad, el dentista tardó no más de 10 minutos desde el momento en que entré por la puerta (incluído tiempo de quitarme la chaqueta, sentarme, y examinarme) en sacarme la dichosa muela.
Enfin...

La única molestia que he sufrido esta vez es que hasta las 6 de la tarde o así que se me iba a pasar el efecto de la anestesia no iba a poder comer nada (y el médico me dijo que sólo tomara un yogur frío) y hasta el día siguiente, incluído, no iba a poder tomar nada más que alimentos líquidos, fríos y con pajita. Un poco me ha molestado luego al comer, y de vez en cuando me ha dolido un poco... Pero no lo suficiente como para tener que tomar nada (tampoco hubiera podido hacerlo, si tenía que tomarme un termalgin bebiendo el agua después con pajita XD), así que todo perfecto.

Desde que empecé a hablar en este blog sobre mis muelas del juicio no ha parado de llegar gente buscando información sobre extracciones de las muelas del juicio, el cuidado que hay que tener, y buscando tranquilidad a la hora de sus propias extracciones. O al menos eso es lo que dice el contador de estadísticas que tengo puesto. Esos son los términos de búsqueda a través de los cuales llega gente aquí (amén de muchos otros).

A toda esa gente quiero decirle que estén tranquilos. NO tiene porqué doler. NO tiene porqué infectarse. NO te vas a morir por sacarte una muela del juicio. NO tienes porqué tener problemas de ningún tipo por sacártelas.
A no ser que seas descuidado y se te infecte. Pero para eso te dan antibióticos después de sacártelas.
Tampoco tienes por qué tener ningún problema durante las extracciones, siempre y cuando vayas a un odontólogo de verdad y no a un sacamuelas del tres al cuarto. Si tu dentista de toda la vida no te las puede sacar por cualquier circunstancia, él te aconsejará quién te la puede extraer. Pregúntale.

Suerte a todos y ya me contaréis qué tal os han ido vuestras extracciones.

sábado, 7 de julio de 2007

¡Voto a bríos! - Terry Pratchett

Losdos bandos se vigilaban con cuidado. Eran viejos enemigos. Habían medido sus fuerzas muchas veces, habían saboreado la derrota y la victoria, habían reclamado el mismo territorio. Pero esta vez iban a llegar al final.
Nudillos lívidos. Arrastre impaciente de botas.
El capitán Zanahoria botó un par de veces la pelota.
- Muy bien, chavales, una vez más, ¿eh? Y esta vez, nada de juego sucio. William, ¿qué estás comiendo?
El Artero Bofetón frunció el ceño. Nadie, nadie conocía su nombre. Ni los niñoscon los que había crecido conocían su nombre. Su madre, si es que alguna vez se enteraba de quién era, probablemente no conocía su nombre. Pero Zanahoria había conseguido averiguarlo. Si cualquier otro lo hubiera llamado "William", ahora estarían buscando su propia oreja. Dentro de su propia boca.
- Goma de mascar, señor.
- ¿Has traído bastante para todos?
- No, señor.
- Entonces tíralo, así me gusta. Ahora, vamos a... Gavin, ¿qué llevas en la manga?
El que era conocido como Gav el Cerdo no se molestó en discutir.
- Un cuchillo, señor Zanahoria.
- Y supongo que sí que habrás traído bastantes para todos, ¿eh?
- Exacto, señor. -El Cerdo sonrió. Tenía diez años.
- Venga, ponlos en el montón con los demás...
El agente Shoe miró horrorizado por encima de la tapia. Había unos cincuenta chavales en el amplio callejón. Edad media en años, unos once. Edad media en cinismo y perversidad maligna: unos ciento sesenta y tres. Aunque el fútbol de Ankh-Morpork no suele tener porterías propiamente dichas, se habían fabricado dos usando el método tradicional de amontonar cosas para marcar el sitio donde estarían los postes.
Dos montones: uno de cuchillos y otro de objetos contundentes.
En medio de los chicos, que iban vestidos con los colores de algunas de las bandas callejeras más peligrosas, el capitán Zanahoria estaba haciendo botar una vejiga de cerdo inflada.
El agente Shoe se preguntó si debería ir a buscar ayuda, pero el hombre parecía bastante tranquilo.
- Esto, ¿capitán? -se aventuró a decir.
- Ah, hola, Reg. Estábamos aquí jugando un partido amistoso de fútbol. Este es el agente Shoe, chicos.
Cincuenta pares de ojos dijeron: nos hemos quedado con tu cara, madero.
Reg se coló por un lado de la tapia y los ojos vieron la flecha que le había atravesado la coraza y le sobresalía varios centímetros de la espalda.
- Tenemos un problemilla, señor -dijo Reg-. Me ha parecido que tenía que venir a buscarle. Es una situación con rehenes...
- Voy ahora mismo. Muy bien, chavales, lo siento. Jugad entre vosotros, ¿queréis? Y confío en veros a todos el martes para cantar canciones y hacer la barbacoa de salchichas.
- Vale, señor -dijo el Artero Bofetón.
- Y la cabo Angua verá si os puede enseñar el aullido de fogata de campamento.
- Sí, vale -dijo el Cerdo.
- Pero ¿qué hacemos antes de separarnos? -preguntó Zanahoria, expentante.
Los miembros de los Skat y los Mohock se miraron con timidez entre ellos. Normalmente nada les ponía nerviosos, ya que mostrar miedo en cualquier circunstancia se castigaba con la expulsión. Pero en el momento de redactar las diversas normas de los clanes, a nadie se le había ocurrido que existiera alguien como Zanahoria.
Mirándose con expresión de "como menciones esto alguna vez te mato", todos levantaron los índices de ambas manos hasta ponerlos a la altura de las orejas y dijeron a coro: "Wib wib wib".
- "Wob wob wob" -respondió animadamente Zanahoria-. Muy bien, Reg, vámonos.
- Pero ¿cómo estaba haciendo eso, capitán? -preguntó el agente Shoe, mientras los dos guardias se alejaban a toda prisa.
- Oh, hay que levantar los dos dedos así -dijo Zanahoria-. Pero te agradecería que no se lo contaras a nadie, porque se supone que es una señal secr...
- ¡Pero si son maleantes, capitán! ¡Jóvenes asesinos! ¡Villanos!
- Oh, son un poco descarados, pero en el fondo son buenos chicos, cuando uno se toma tiempo para entender...
- ¡He oído que nunca le dan a nadie bastante tiempo para entender! ¿Sabe el señor Vimes que está usted haciendo esto?
- Lo sabe más o menos, sí. Le dije que me gustaría fundar un club para los chavales de la calle y él me dijo que estaba bien siempre y cuando los llevara de acampada a algún acantilado realmente escarpado en algún sitio donde hubiera vientos fuertes. Pero él siempre dice esas cosas. Y estoy seguro de que no queremos que cambie. A ver, ¿dónde están esos rehenes?
- Vuelve a ser en la tienda de Vortin, capitán. Pero eso... eso no es lo malo...
Detrás de ellos, los Skat y los Mohock se miraron entre ellos con recelo. Luego recogieron sus armas y se alejaron despacio y con cuidado. No es que no queramos pelear, decían sus gestos. Es simplemente que ahora mismo tenemos mejores cosas que hacer, así que vamos a irnos para averiguar cuáles son.