Fin de la historia
Porfín se terminó.
Hace unos meses me saqué dos muelas del juicio más, como ya os dije, y la verdad es que estaba encantada... Hasta que la última muela del juicio que me quedaba se me infectó, y me pegué una semana y pico con un flemón enorme, que ni podía comer ni nada.
Así que, resignada, me decidí a volver a endeudarme con la clínica dental. Cuando me dijeron que lo que tenían que hacerme incluía limarme el hueso de la mandíbula para poder sacarme la muela (que por otro lado costaba como 100 euros), osease, cirujía, y teniendo en cuenta que me habían dicho que en la Seguridad Social hacían extracciones, me decidí a acudir al dentista de la Seguridad Social a ver qué me decía él. No pareció importarle mucho que hubiera ido primero a una clínica dental, hasta que se enteró de cual era... Momento en que me contó que en esa clínica a veces hacían las cosas bien... Pero que generalmente, aparte de practicar muchos tratamientos innecesarios, también hacían muchas chapuzas (momento en que yo empecé a hacerme cruces de que las dos anteriores extracciones hubieran salido sin problemas, pues habían sido en esa misma clínica), con lo que tenían muchos problemas con las demandas y demás.
Primero me dió un antibiótico más gordo que el que me habían dado en la clínica, para que se me fuera la infección cuanto antes.
Una vez que se me fué la infección, me dijo claramente que el plazo de espera para ir a cirujía maxilofacial y que me la sacaran, era de tres meses. En ese tiempo, nada ni nadie nos garantizaba que para cuando me tocara la vez de extracción, no tuviera la muela infectada de nuevo, así que me la iba a sacar él en la próxima cita.
Ese día fué el miércoles.
Cuando me tocó el turno, me inyectó la anestesia (ni me enteré), y mientras me hacía efecto, estuve esperando en la sala de espera. Como media hora o así... Tiempo que aproveché para ir a casa a por la ortopantomografía (que me la había olvidado, y vivo cerca).
Tan difícil que decían que iba a resultar en la clínica, y a la hora de la verdad, el dentista tardó no más de 10 minutos desde el momento en que entré por la puerta (incluído tiempo de quitarme la chaqueta, sentarme, y examinarme) en sacarme la dichosa muela.
Enfin...
La única molestia que he sufrido esta vez es que hasta las 6 de la tarde o así que se me iba a pasar el efecto de la anestesia no iba a poder comer nada (y el médico me dijo que sólo tomara un yogur frío) y hasta el día siguiente, incluído, no iba a poder tomar nada más que alimentos líquidos, fríos y con pajita. Un poco me ha molestado luego al comer, y de vez en cuando me ha dolido un poco... Pero no lo suficiente como para tener que tomar nada (tampoco hubiera podido hacerlo, si tenía que tomarme un termalgin bebiendo el agua después con pajita XD), así que todo perfecto.
Desde que empecé a hablar en este blog sobre mis muelas del juicio no ha parado de llegar gente buscando información sobre extracciones de las muelas del juicio, el cuidado que hay que tener, y buscando tranquilidad a la hora de sus propias extracciones. O al menos eso es lo que dice el contador de estadísticas que tengo puesto. Esos son los términos de búsqueda a través de los cuales llega gente aquí (amén de muchos otros).
A toda esa gente quiero decirle que estén tranquilos. NO tiene porqué doler. NO tiene porqué infectarse. NO te vas a morir por sacarte una muela del juicio. NO tienes porqué tener problemas de ningún tipo por sacártelas.
A no ser que seas descuidado y se te infecte. Pero para eso te dan antibióticos después de sacártelas.
Tampoco tienes por qué tener ningún problema durante las extracciones, siempre y cuando vayas a un odontólogo de verdad y no a un sacamuelas del tres al cuarto. Si tu dentista de toda la vida no te las puede sacar por cualquier circunstancia, él te aconsejará quién te la puede extraer. Pregúntale.
Suerte a todos y ya me contaréis qué tal os han ido vuestras extracciones.
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