jueves, 28 de diciembre de 2006

Equipo Especial de Demoliciones I

El "Gabi" es una persona normal, alto, 1'70, moreno... Que, como casi todo el mundo, pasaba bastantes apuros para llegar a fin de mes, aunque quizás algunos más, puesto que la mayor parte de los meses le tocaba dormir al raso.

En una de esas ocasiones, su búsqueda de un lugar donde instalar sus posaderas le llevó por las inmediaciones (concretamente un pueblecito a dos km. poco más o menos de donde Jesucristo perdió la boina) de una central nuclear pocos momentos antes de que hiciera explosión (las autoridades habían silenciado, como no podía ser de otra manera, el que hubiera problemas en la central), con las consecuencias habituales en estos casos: todos los habitantes del pueblo adquirieron superpoderes, visitantes incluídos, entre los que se encontraba el coleguita Gabriel, que de repente se encontró lanzando lucecitas de colorines por los ojos y orejas (le resultaba difícil mirar, así que no sabe si también por los orificios nasales) cual bola de discoteca, lo que hizo que, despistado por la sorpresa, casi chocara con una pared. Casi. En realidad se encontró con que acababa de meterse en el salón de estar de una familia que también estaba experimentando una cierta sorpresa con lo que les estaba ocurriendo.

Con la sorpresa y el sobresalto tardó un rato en darse cuenta de que cada vez parecía sentirse más extraño, como si pesara más y más... Hasta que se dió cuenta mirando por una ventana, de que había una zonaen la que las golondrinas, al pasar por ella, caían en picado hacia el suelo.

Todo esto le asustó más que mucho, e hizo que pasara una larga temporada escondiéndose en las cloacas, mientras intentaba aprender a convivir y controlar sus poderes... al menos un poco... a ratos... de vez en cuando... a lo mejor...

En una de sus correrías por las cloacas se encontró con una extraña sala aparentemente abandonaad, aunque curiosamente en muy buen estado de conservación en la que, en un rincón, había un botón.
Estuvo una temporada utilizándola como residencia, hasta que al final un día la curiosidad pudo con él y pulsó el botón. Repentínamente la puerta de la habitación se cerró y todo lo que había en el radio de visión del Gabi se tornó cada vez más borroso y desdibujado, y en cambio comenzó a aparecer una sala metálica que parecía sacada de una peli de ciencia ficción, completamente metálica y totalmente llena de botoncitos con letreros extraños e incomprensibles, lucecitas de muchos colorines y pantallas de imágenes, algunas de ellas con alguna especie de lenguaje extraño e ininteligible, varias sillas y el suelo de una especie de moqueta blandita de color verde.

Decidió pasar ahí la noche... Y las noches siguientes, visto que nunca parecía aparecer nadie por ahí.

Poco después entró a formar parte de un grupo de gente que trabajaba ocasionalmente para una empresa de superhéroes de alquiler, entre los que se encontraban el "pater" Paquito Jones, el Gonza, la Milagros, Mad Max, Juanito y Danielle Spock, a los que poco a poco se fue añadiendo más gente (Balrog, Onix...), con cuya ayuda fue explorando el lugar poco a poco, convirtiéndolo en su hogar, a la vez que base de operaciones, descubriendo que se trataba de una nave espacial en órbita sobre la tierra, de un tamaño más que considerable.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No quería meterte prisa, pero llevo 2 días mordiéndome las uñas, para saber .. COMO TERMINA LA HISTORIA DE GAAAABIIII !!!!!!!!