martes, 2 de enero de 2007

Las aventuras del EED (Equipo Especial de Demoliciones)

El Equipo Especial de Demoliciones (a partir de ahora EED, para abreviar), se encontraba en la base espacial, jugando a la playstation (si, habían logrado puentear algunas cosas en lo que parecía ser una sala de estar de la nave, que nadie me pregunte cómo porque ni siquiera ellos mismos lo saben, sin, al parecer estropear nada), cuando Onix, recien llegada de sus vacaciones, llegó, transmitiéndoles el mensaje de que TecnoRed quería contactar con ellos para que colaboraran en el asalto al cuartel general de los terroristas con los que habían luchado unos días antes, como consideración a que el grupo jugó un papel importante en anteriores enfrentamientos contra ellos.

Tras la entrevista, en la que quedó establecida la posición que iban a cubrir, el EED se dispuso a planificar la estrategia. Les había correspondido cubrir uno de los túneles de mantenimiento que también podía ser utilizado para escapar, pues hacía las veces de salida trasera. Bastante amplio, tenían que planificarlo bien para que cuando los de las Fuerzas Especiales comenzaran el asalto no pudiera escapar nadie por ahí. El asalto estaba programado para varios días después, así que aprovecharon bien el tiempo haciendo planes tacticos para la defensa del tubo. Planes que, por supuesto, a la hora de la verdad no servirían de nada.

En primera línea iba a estar el Pater, convertido en una nube de mosquitos, con el suelo bajo el salpicado de patatas fritas para detectar si alguien intentaba pasar invisible. ¿Os imagináis 7 metros de tunel con el suelo lleno de patatas fritas? ¿Y la cantidad de patatas fritas que harían falta para eso?
En medio, a cada lado de la tubería estarían la Milagros, oculta en las sombras y el Lagartijo, invisible con su poder de utilizar la luz.
Entre ellos y el Pater, el Gabi iba a disponer un campo de gravedad elevada para inmovilizar contra el suelo a cualquier que pasara por ahí.
Algunos metros más atrás, Onix iba a disponer un escudo de fuerza a todo lo ancho del túnel.
También se decidió que ibamos a llevar un bloque de cemento para diversos usos, detrás del cual iba a situarse Mad Max con su rifle de fotones y su rifle de asalto para cubrir desde detrás. Junto al bloque, protegiéndose todo lo posible con él, iban a estar el Gabi, el Gonza y Onix. Balrog iba a quedarse en retaguardia.

Llegado el dia D, TecnoRed trasladó a todos los implicados al lugar donde les habían dado el soplo de que estaba la base central de los terroristas. Llegamos todos a la vez, según lo planeado, y nos desplegamos rápidamente.
Entramos a la tubería e iniciamos los preparativos. Mientras todos ocupábamos nuestras posiciones establecidas, el Gabi, que tenía que establecer el campo de gravedad después de que el resto se hubiera desplegado, buscó un enchufe que encontró al poco, en uno de los cuadros de mantenimiento y le pidió al Gonza que le aupara, mientras sacaba de su mochila cinta aislante y unos cuantos metros de cable de lucecitas de navidad que había comprado el día anterior en una tienda de veinte duros. Con la ayuda del Gonza, el Gabi dispuso las lucecitas por toda la circunferencia del túnel y las enchufó. Cuando el Gonza le señaló que no era Navidad aún para ir adornando los escenarios de batalla (innecesario por otra parte) el Gabi le explicó que aprovechando que estabamos montando la barricada junto al cuadro eléctrico de cuando habían construído el túnel y que habían dejado para mantenimiento, ponía las lucecitas de Navidad por si se daba el caso de que tuviera que utilizar su poder de controlar la luz, y entonces podría utilizarlas para lanzar rayos láser.
Un rayo de comprensión atravesó la faz del Gonza, a la par que esbozaba una sonrisa. Luego se volvieron a ver cómo iban los preparativos de los demás e intentaron disimular, sin mucho éxito, unas cuantas carcajadas mientras veían al Pater realizar sus preparativos. Era muy divertido verle esparcir sacos enormes de patatas fritas, fritos, doritos, y demás, por el suelo.

Una vez montado todo el tinglado, nos tocó esperar un rato, al cabo del cual se empezó a escuchar un silbido.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Se te va la castaña, Ghanimica....

StRuHeN

:P