lunes, 19 de noviembre de 2007

Las Aventuras del EED IV

Milagros encontró a Jean Pierre en el laboratorio, le ató a la silla y se lo llevó a rastras para que Mad Max "hable" con él.

Mientras tanto, se fue a hablar con el psicólogo para comentarle lo de sus pesadillas, pero no supo darle ninguna explicación.

Más tarde, Jean Pierre se acerca a la habitación en que está el Gonza junto con el profesor Hans. El profesor Hans decide que el hecho de que el paciente esté dispuesto a fumarse cualquier tipo de sustancia hace que las implicaciones de tipo moral/ético sean irrelevantes, con lo que cede el tratamiento del Gonza al profesor Jean Pierre que se acerca al paciente y le inyecta un preparado de un color verde realmente curioso, lo que hace que a las pocas horas se despierte vomitando. Según explica el profesor Jean Piere, se trataba de un compuesto experimental que hace que el organismo revierta al tracto digestivo toda la materia no metabolizada, eso incluye cualquier tipo de toxinas. El único problema es que el proceso provoca, al parecer, una serie de problemas gastrointestinales que mantuvieron al Gonza postrado en cama durante varios días, en el transcurso de los cuales descubrió que había desarrollado a partir del incidente una cierta fobia al tabaco... Lo que, en eso que el Gonza llama su "cerebro", hizo que razonara que a falta de porros, buenas son pildoras a la hora de hacer experimentos con sustancias extrañas.

Mientras tanto, las pesadillas de Milagros se habían intensificado, y su preocupación iba en aumento, debido a que llevaba un par de días que al levantarse no encontraba nada en el sitio en que creía haberlo dejado la noche anterior. Eso hace que acuda de nuevo al psicólogo de SuperHéroes Inc., que no encontró ninguna razón posible para las pesadillas y lo demás, que no fuera el stress.
Puesto que esta explicación no la satisfizo, fue a hablar con el profesor Hans, y acabaron acordando hacerle un estudio del sueño, ya que ninguna de las pruebas había dado ningún resultado remarcable, con un resultado sorprendente.
En un momento dado, en la grabación se ve cómo algo parecido a pequeñas nubes brillantes de luz, que trasladaban cosas por la habitación. Doblaban la ropa y la depositaban en la silla, ponían las katanas en sus soportes, movían los zapatos a otro sitio... Pero sigue sin recordar el contenido de sus pesadillas.
Continúan la vigilancia durante unos días, uno de los cuales el Gonza se lleva aparte al profesor Jean Pierre para hacerle una "proposición deshonesta". Lo que le propuso (si seréis cochinos... A saber qué habréis pensado) utilizar algún tipo de droga experimental de aumento de consciencia mientras Onix esté conectada con ella para ver si así recuerda el contenido de las pesadilas u Onix puede "ver" algo de ellas.
El resultado sorprendió a todos. Milagros recuerda la pesadilla, que es tremendamente vívida.

Se encuentra en una llanura. Es un atardecer. O quizás un amanecer. Está muy oscuro. Se encuentra rodeada de toda suerte de criaturas: esfinges, leprechauns, dragones, duendes, trasgos... que le gritan que les deje salir, que necesitan salir, de una manera realmente imperiosa. Gritan durante un rato, y se van poniendo cada vez más nerviosas y agitadas... hasta que terminan intentando agarrarla. Milagros intenta huir y las criaturas la persiguen, intentando agarrarla con más ahínco, consiguiendo en cambio herirla y desgarrarla, momento en que se despierta.

El profesor Hans le dice que no puede encontrar ninguna explicación, a lo que Milagros replica preguntándole si podría ayudarla a concertar una cita con el Maestro Arcano, única otra persona a la que se le ocurre recurrir, a ver si puede ayudarla con su situación. Éste le responde que hará lo que pueda, y finalmente le consigue una cita con él la semana siguiente, en sus oficinas de Bruselas. Llegado el día, hace el viaje en avión y llega a tiempo para la cita con el Maestro Arcano. Este le explica que ya le habían informado sobre su problema y que cree que es debido a algún tipo de reacción entre el organismo y los componentes mágicos de la poción que le dió, pues al parecer han "despertado" algún tipo de poder mágico latente y que necesita aprender a controlarlos... A no ser que prefiera que se los eliminen, proceso largo y doloroso, y más que probáblemente traumático. Debido a sus múltiples ocupaciones y deberes, no puede encargar él de su aprendizaje, pero la remite a uno de los mejores maestros, que vive en Madrid y le desea buena suerte.

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