TECNOLOGÍA de PUNTA.

Tres hombres están desnudos en la sauna. De repente algo empieza a pitar.

El primer hombre, un ingeniero de teleco de la Universidad Politécnica de Cataluña, aprieta su antebrazo y el pitido para. Los otros lo miran inquisitivamente. "Es mi busca", dice. "Tengo un microchip bajo la piel de mi brazo".

Unos minutos después suena un teléfono. El segundo hombre, un ingeniero Aeronaútico de la Universidad Autónoma de Madrid, extiende la palma de su mano hasta su oreja. Cuando ha terminado se explica, "Es mi teléfono móvil. Tengo un receptor en la cavidad metatarsiana de mi mano".


El tercer hombre, un estudiante de la Universidad Central de Calahorra, sintiéndose definitivamente poco tecnológico y con un desconcertante apretón, sale de la sauna.

Pasados unos minutos vuelve con un pedazo de papel colgándole del culo.

Los otros alzan las cejas.

"Estoy recibiendo un fax" dice.