jueves, 4 de mayo de 2006

A los veintitantos...

Te empiezas a sentir inseguro y te preguntas dónde estarás el año que viene o dentro de dos, pero luego te asustas al darte cuenta que apenas sabes donde estás ahora.

Te empiezas a dar cuenta de que hay un montón de cosas sobre ti mismo de las que no sabías y que quizás no te gusten.

Te empiezas a dar cuenta que tu círculo de amigos es más pequeño que hace unos años atrás...

Te das cuenta de que cada vez es más difícil ver a tus amigos y coordinar horarios... por diferentes cuestiones: trabajo, estudio, pareja, etc...
y cada vez disfrutas más de esa cervecita que sirve como excusa para charlar un rato.

Miras tu trabajo y quizás no estés ni un poco cerca a lo que pensabas que estarías haciendo. O quizás estés buscando algún trabajo y piensas que tienes que comenzar desde abajo y te da un poco de miedo. Y extrañas la comodidad de la escuela, de los grupos, de socializar con la misma gente de forma constante.

Las multitudes ya no son "tan divertidas"... hasta a veces te incomodan.

Tratas día a día de empezar a entenderte a ti mismo, sobre lo que quieres... y lo que no.

Ríes con más ganas, pero lloras con menos lágrimas, y con más dolor.

A veces te sientes genial e invencible y otras... solo, con miedo y confundido.

De repente tratas de aferrarte al pasado, pero te das cuenta que el pasado cada vez se aleja más y que no hay otra opción que seguir avanzando.

Te rompen el corazón y te preguntas cómo esa persona que amaste tanto te pudo hacer tanto mal. O quizás te acuestes por las noches y te preguntes por qué no puedes conocer a alguien lo suficientemente interesante como para querer conocerlo mejor. Y pareciera como si todos los que conoces ya llevan años de novios
y algunos empiezan a casarse. Quizás tú también amas realmente a alguien, pero simplemente no estás seguro de si te sientes preparado para comprometerte.

Atraviesas por las mismas emociones y preguntas una y otra vez, y hablas con tus amigos sobre los mismos temas porque no terminas de tomar una decisión.

Te preocupas por el futuro, préstamos, dinero... y por hacer una vida para ti.

Salir tres veces por fin de semana resulta agotador y significa mucho dinero para tu pequeño sueldo.

De lo que puede que no te des cuenta es de que todos los que estamos leyendo esto nos identificamos con ello. Todos nosotros tenemos "veintitantos" y nos gustaría volver a los 17-18 algunas veces.

Parece ser un lugar inestable, un camino en tránsito, un desbarajuste en la cabeza... pero TODOS dicen que es la mejor época de nuestras vidas y no tenemos que desaprovecharla por culpa de nuestros miedos...

Dicen que estos tiempos son los cimientos de nuestro futuro.

Parece que fue ayer que teníamos 18...
¿¡Entonces mañana tendremos 30!?

¿¿¿¡¡¡Así de rápido!!!???

HAGAMOS VALER NUESTRO TIEMPO... ¡QUE NO SE NOS PASE!

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