domingo, 30 de julio de 2006

La Receta

Entra una señora en una farmacia y muy puesta y sin inmutarse le dice al farmeceútico:

- Por favor, deme cianuro para matar a mi marido.

El farmaceútico, después de unos segundos para reaccionar, responde:

- Pero señora, disculpe, pero yo no puedo venderle eso y mucho menos para matar a su marido, entiéndalo.

La señora, sin inmutarse ni un ápice saca de su bolso una fotografía, que muestra al farmaceutico. En ella se ve al marido de la señora haciendo el amor con la mujer del farmaceútico. Al verla, este contesta:

- Ahhhhhh, no me había dicho que traía receta.

No hay comentarios: