jueves, 17 de agosto de 2006

Lores y Damas - Terry Pratchett

[...]
No se trataba de que Ridcully fuera estúpido. Los magos estúpidos de verdad tienen la esperanza de vida de un martillo de cristal. Ridcully tenía un intelecto poderoso, pero su clase de potencia era la misma que la de una locomotora y además su intelecto corría sobre raíles, por lo que resultaba casi imposible desviarlo de su rumbo.
Y por supuesto que existen los universos paralelos, aunque en este caso "paralelo" difícilmente sea la palabra apropiada: los universos revolotean unos alrededor de otros, describiendo círculos y espirales como si fueran una máquina de coser enloquecida o un escuadrón de yossarianos con un problema en el oído medio.
Y se ramifican. Pero, y esto es importante, no todo el tiempo. Al universo le importa un pimiento que pises una mariposa. Hay montones de mariposas más. Los dioses quizá noten la caída de un gorrión, pero no hacen ningún esfuerzo por cogerlo antes de que se estrelle contra el suelo.
¿Pegarle un tiro al dictador y evitar la guerra? Pero el dictador no es más que la punta de toda esa llaga infectada llena de pus social de la cual emergen los dictadores, y si le pegas un tiro a uno enseguida tendrás otro. ¿Pegarle un tiro también? ¿Y porqué no pegarle un tiro a todo el mundo e invadir Polonia? Dentro de cincuenta, treinta, diez años el mundo ya casi habrá regresado a su antiguo curso. La historia siempre carga con un gran peso de inercia.
Casi siempre...
En el tiempo del círculo, cuando los muros que separan esto de aquello se van volviendo cada vez más delgados, cuando tienen lugar toda clase de extrañas filtraciones... Ah, entonces se escoge entre una y otra opción, entonces el universo puede ser impulsado hacia otra pernera de los sobradamente conocidos Pantalones del Tiempo.
Pero existen lagunas de aguas estancadas, universos que han quedado aislados del pasado y del futuro. Esos universos tienen que robar pasados y futuros de otros universos, porque su única esperanza es cebarse en los universos dinámicos mientras estos atraviesan por el período frágil, de la misma manera en que el pez rémora se agarra a un tiburón que pasaba por ahí. Esos son los universos parásitos y, cuando los círculos de la cosecha cubren el suelo como gotas de lluvia, entonces tienen su oportunidad...

[...]

No hay comentarios: