Cúpulas de Fuego - David Eddings
Talen tenía el entrecejo fruncido.
- Has dicho que los atanes se sienten terriblemente impresionados por el tamaño.
- Bueno, es sólo una de las cosas que los impresionan - lo corrigió Stragen.
- Entonces, ¿Por qué ha consentido Mirtai en casarse con Kring? Kring es un buen guerrero, pero su estatura no es muy superior a la mía, y eso que yo todavía estoy creciendo.
- Tiene que ser otra característica de él la que la ha impresionado tanto - comentó Stragen mientras se encogía de hombros.
- ¿Qué crees tú que es?
- No tengo ni la más remota idea, Talen.
- Es un poeta - dijo Sparhawk-. Quizá sea eso.
- Eso no tendría tanta importancia para alguien como Mirtai, ¿No te parece? Esa muchacha rajó a dos hombres y luego los quemó vivos, ¿Recuerdas? No me parece el tipo de moza que pueda perder la cabeza por la poesía.
- A mí no me lo preguntes, Talen - lo atajó Stragen entre carcajadas-. Sé muchas cosas acerca del mundo, pero ni siquiera intentaría conjeturar siquiera el porqué de que una mujer escoja a un determinado hombre.
- Buena política -murmuró Ulath.
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