viernes, 2 de septiembre de 2005

Improvisando

Bueno, no se como va a ir este post, puesto que lo voy escribiendo sobre la marcha.
Hace días que no escribo, primero estaba de vacaciones, sin acceso a internet, y luego estaba de vagancia. Además me he comprado el Dungeon Siege, y estoy jugando siempre que puedo... que tampoco es mucho.

Las vacaciones... bueno, en el pueblo con mis padres, que ya es bastante. Lo pasé bien, no hubo tanta bronca como otras veces. De hecho, sorprendentemente, apenas hubo. Supongo que es consecuencia de que ahora mi madre está bien. Porfín tiene una casa que le gusta y como le gusta, lo que hace que no esté tan tensa, aunque claro, siempre subsisten los nervios de no llegar a fin de mes, con la hipoteca y todo eso, y el hombro, que aún le duele, incluso después de la operación, aunque no tanto como antes, claro. Además, como no me tiene cerca, siempre anda preocupada por cómo estoy, si llego o no llego a fin de mes, etc., así que siempre está nerviosa, por un motivo o por otro.

Bueno, resumiendo, volvió a llenarme la maleta de cosas, de manera que, si no hubiera tenido ruedecitas, no hubiera podido con ella de ninguna manera. Perejil del huerto, oregano del huerto y cebollas del huerto. El orégano está secándose y lo desmenuzaré para guardarlo en un tarro, el perejil lo troceé y lo congelé. Desgraciadamente las cebollas estaban dentro de una bolsa de plástico, y se me olvidó sacarlas, así que días después me las he encontrado podridas en el rincón de la cocina en que las había dejado >.<
También me dió un tarrito de sucedáneo de azafrán desmenuzado, y mi padre me dió un tarrito con tusílago triturado para infusión (es para la tos).
Bueno, y muchas cosas más.

La vuelta fué tranquila. Bueno, más o menos. Prácticamente lo más destacable de las últimas dos semanas haya sido que el otro día tuvimos balance en el curro y salimos a eso de la 1:30 de la mañana.
Eso y que pocos días antes se me ocurrió darme un baño... Estuve muy tranquilita en la bañera leyendo, bebiéndome una cervecita y escuchando la radio, durante casi 4 horitas. Me quedé de fábula... hasta que empezó a picarme todo, en ese momento decidí que era hora de salir de la bañera, ducharme, aclararme y sentarme a leer un ratito más. Me enjaboné y empecé a sentirme extraña, se me iba la cabeza y no podía respirar. Llamé pidiéndo ayuda, aunque no podía hablar muy alto, apenas me salía la voz. Como no me oía nadie (luego me dijo EmeA que se pensaba que estaba hablando por teléfono... >.<) salí de la bañera como pude, pues apenas me llevaban las piernas, me puse el albornoz y, justo a tiempo, llegó EmeA, pues yo ya me caía. Me llevó a mi cuarto y me ayudó a tumbarme. Al rato ya me encontré mucho mejor, pero aún no podía andar muy bien, pues me temblaban las piernas. Ya me acosté y al día siguiente me encontraba ya perfectamente, pero mientras tanto lo pasé bastante mal.

Tampoco fue tan grave, pero en el momento me asusté bastante.

Pasando a otro tema, al final en el hotel han cambiado los días de libranza, de los fines de semana, a entre semana, así que en principio no voy a volver a hacer sustituciones en el hotel, pero me tienen en cuenta para ocasiones en que haya que hacer sustituciones puntuales.

Sin embargo, entre tantas malas noticias hay una buena noticia, la dueña del piso ha decidido que necesita el piso y antes de finales de septiembre tenemos que dejar libre el piso "los tres" que vivimos en él. Seguramente EmeA y yo "nos buscaremos un piso para compartir, juntos", aunque por desgracia "todavia no hemos encontrado nada", y el otro inquilino tampoco, aunque dadas sus posibilidades económicas no le veo más que dos salidas, o meterse de gorrón en el piso de algún colega suyo, o volverse a casa de sus padres. Sinceramente, espero que se decida pronto...
Así, de momento, ya ha hecho algo que no creí que hiciera... ha pintado la pared de su cuarto en la que está atado el hurón, que como el pobre bicho no tiene mucha capacidad de movimiento, debido a la largura de la cuerda, pues se ha estado frotando contra la pared bastante, y como no tiene arena, pues adivinad dónde hace sus necesidades, así que había dejado su franja de pared de un tono bastánte marronáceo. Ahora sólo falta que lije el suelo, tal como dijo que haría, pues es de madera, y los hurones no tienen las uñas de adorno, precisamente...

Enfin, ya seguiré contándoos la hisotria de mi vida en otro momento. Por ahora no hay gran cosa que contar, excepto lo que he explicado sucintamente hasta ahora.

Bueno, si, tengo algo que añadir. Ya sea en un gran comercio, ya sea en una tiendecita de barrio, la mayoría de clientes son igual de tocapelotas en todos lados. De hecho, la frase en que más pienso últimamente mientras estoy en el trabajo es "Cuánto gilipollas y qué pocas balas"...
Y he llegado a una conclusión... de nuevo. La gente va de entendidos, pero no tienen ni idea de lo que comen. Y por más que estemos en la tierra del jamón y del ibérico, no tienen ni zorra idea de lo que es el buen jamón ni el buen comer.

Maldita caterva de estúpidos...

2 comentarios:

Urui dijo...

Igual tuviste una bajada de tensión.

Que EmeA y tú tengais mucha suerte buscando piso.

Ghanima Atreides dijo...

Ermm... no has pillado las comillas ^_^